La honestidad y la integridad son dos valores que ayudarán a nuestros hijos a ser mejores adultos.
Estos valores están relacionados con la confianza y la sinceridad. Una persona es honesta cuando es franca, no saca ventajas de las debilidades de los demás, reconoce sus errores y asume sus faltas con responsabilidad, respeta el derecho de todos y las diferencias de opiniones y creencias.
Todo esto lo empiezan a adquirir los hijos en el hogar, pues es en la familia donde se crea un ambiente de confianza y seguridad y es ahí donde se experimentan todos los valores con el ejemplo de los adultos. Desde las primeras edades se aprecia la importancia de vivir en la verdad, sin engaños, ni trampas.
Para lograr que crezcan como personas honestas e íntegras, nosotros como padres debemos esforzarnos en ser también así. A veces no le damos mucha importancia a los compromisos que asumimos con nuestros hijos y no valoramos sus intereses, opiniones, anhelos y sueños. Esto crea un clima de desconfianza que les puede hacer creer que no estamos presentes para apoyarles incondicionalmente. Por esto, es primordial que sepamos reconocer ante ellos nuestros errores y evitemos las críticas, las mentiras o el culpar a otros por lo que ocurre.
Recordemos que la integridad es una cualidad humana donde todas las acciones y pensamientos son coherentes y responden siempre a hacer lo correcto con rectitud, bondad y honradez.
En el colegio, estos valores se ponen de manifiesto en el diario interactuar de los niños y jóvenes. Se presentan variadas situaciones en el entorno escolar que son propicias para educar a los estudiantes, como cuando se les enseña a no tomar cosas ajenas sin permiso, a no adjudicarse el mérito por un trabajo que realizó otro, a no copiar o hacer trampas en los exámenes, a preguntar sus dudas y no mentir sobre lo que se entendió o a no ocultar la verdad de un hecho ocurrido.
Es con la dedicación, el esfuerzo y la colaboración de todos, en el hogar y en el colegio, que contribuiremos a formar cada día mejores personas: honestas, íntegras y con los valores que necesita la sociedad.